MES ESPECIAL

LA PALABRA EN TRANSPARENCIA NO REFLEJA OSCURIDAD

domingo, 9 de septiembre de 2012

PABLO NERUDA: SONETOS DEL UNIVERSO


PABLO NERUDA: Seudónimo de Neftalí Ricardo Reyes Basoalto. Nació en Chile en 1904 y falleció en 1973.  Uno de los más destacados autores de habla hispana, poeta excepcional. Su madre fallece al mes de haber tenido al pequeño Neruda. En 1906, la familia se radica en  Temuco, donde su padre contrae segundas nupcias. Neruda realizó sus estudios en  el Liceo de Hombres, donde cursa todos los grados hasta terminar el 6º año de humanidades en 1920. Asumió el seudónimo de Pablo Neruda, en homenaje al poeta checo Jan Neruda, nombre que mantuvo a partir de entonces y que legalizó en 1946.Conoció a Gabriela Mistral, quién ejerció una gran influencia en él al encaminarlo en la lectura de autores universales. A los dieciséis años se trasladó a Santiago, donde publicó sus primeros poemas en la revista Claridad. En 1924 fue reconocido internacionalmente con su libro Veinte poemas de amor y una canción desesperada. En 1939,ingresó en el Partido Comunista y su obra experimentó un giro hacia la militancia política que culminó con la exaltación de los mitos americanos en su Canto general. En 1945 fue el primer poeta en ser galardonado con el Premio Nacional de Literatura de Chile. Al mismo tiempo, desde su escaño de senador utilizó su oratoria para denunciar los abusos y las desigualdades del sistema imperante en Chile. Tal actitud provocó la persecución gubernamental y su posterior exilio en Argentina. En 1971 se le concedió el Premio Nobel de Literatura. Entre sus obras se destacan Tentativa del hombre infinito, Residencia en la tierra, Canto general, Los versos del capitán, Cien sonetos de amor, entre otros. De publicación póstuma es la autobiografía Confieso que he vivido. Conozco más sobre Pablo Neruda. 
Podcast Soneto 93 de Pablo Neruda, voz César Isela.


SONETO XCIII

Autor: Pablo Neruda

Si alguna vez tu pecho se detiene,
si algo deja de andar ardiendo por tus venas,
si tu voz en tu boca se van sin ser palabra,
si tus manos se olvidan de volar y se duermen,

Matilde, amor, deja tus labios entreabiertos
porque ese último beso debe durar conmigo,
debe quedar inmóvil para siempre en tu boca
para que así también me acompañe en mi muerte.

Me moriré besando tu loca boca fría,
abrazando el racimo perdido de tu cuerpo,
y buscando la luz de tus ojos cerrados.

Y así cuando la tierra reciba nuestro abrazo
iremos confundidos en una sola muerte
a vivir para siempre la eternidad de un beso.

EN ESTE ESPACIO SÓLO COMENTAN LOS ESTUDIANTES DE 10° 02